Hola de nuevo:
En la segunda dinámica que hemos llevado a cabo denominada “El espejo”, el trabajo consistía en situarse dos compañeros uno frente al otro, primero uno de los miembros de la pareja debía hacer gestos, lo que él quisiera, y el otro miembro debía imitarlo con la finalidad de que fuera como un espejo para él y primero. De igual modos luego lo hacia el otro compañero. Y el tercer y más complejo ejercicio consistía en que ambos debían hacer lo que quisiesen y a la vez reflejar las acciones del compañero.
En mi caso, ha sido algo distinto al del resto de la clase, ha resultado algo más complejo ya que mi pareja ha sido una compañera italiana que ha llegado este año y casi no nos conocemos. Resulta algo embarazoso ponerse delante de una persona a la que no conoces de nada a hacer gestos y que ella te corresponda como si de un espejo se tratase y viceversa. La cuestión es que por mi forma de ser o bien conocimiento del entorno, he sido el que ha llevado más las riendas de la dinámica, he tenido más la iniciativa y así mi compañera al poco tiempo se ha sentido más cómoda y la he notado más participativa e involucrada. Todo esto se ha hecho más evidente en la parte que consistía en hacer y reflejar
Parece un ejercicio un poco chorrada pero la verdad que personalmente me ha servido para observar las distintas cualidades que podemos tener nosotros y que estamos interiorizando como pueda la afectividad y la empatía, y como un ejercicio tan sencillo como este se puede asemejar a un trato con un paciente que no conoces de nada, y es en ese momento en el que si dispones de habilidades como las que se nos está formando puedes llegar a conseguir mucho de esa comunicación.
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